miércoles, 3 de noviembre de 2010

Stand by (switch on- switch off)

Decisiones que debo tomar pero no puedo. No logro desprenderme de todos. Se me hace imposible esquivar las estadísticas, los avales, las conjeturas de terceros, aunque sabiendo que así tiene que ser.
Cuánto me cuestan los cambios! Y asumirlos, se me hace eterno. Eterna es la incertidumbre que arrastro hace años. Esa incertidumbre que si bien me deja dormir, no me permite despertar. Despertarme, eso es lo que necesito. Despertar a la vida, vivirla, gozarla, disfrutarla... sólo vivirla, con eso me alcanza. Alcanzar? No, no alcanzo nada, no llego a ningún lado, no avanzo, tampoco retrocedo. “Hago la plancha” dijo Héctor. Sí, hago la plancha, y me hundo de a poco, imaginando que salgo a flote, pero casi con la nariz sumergida. Estoy sumergido, en una estupidez que me atrapó hace unos años, en una estupidez que me dejó seco, deshidratado, muerto. En una estupidez que no supe afrontar, y que hoy, pretendo retroactivamente superar. Retroactivarme no, activarme, SI! Sin pasado, sin futuro, anhelo un presente que vivo, pero lo hago pensando en que mañana va a ser pasado. Mi presente, en vez de vivirlo como tal, lo pienso como el pasado del futuro. Y qué me importa del futuro, si no vivo el hoy?
Siempre me fue difícil decidir; ahora, con pedacitos de corazón en la mano, me es casi imposible. ¿en qué me equivoqué? Creí haber hecho todo tan bien, pero fallé. Quiero rescatar algo, aunque sea un aprendizaje. Pero hasta no darme cuenta en qué momento me equivoqué, no puedo aprender la lección.

No hay comentarios: