Sexo frío. Tímido. Ajeno, lejano. Sexo callado, distante. Sexo necesario en vez de deseado. Excitante, pero sin amantes. Que vacío nos une en tu cama. Vacío que hoy llenamos, pero sólo con sexo. Nos queremos tanto de la boca para afuera, que hasta parece cierto.

Efecto morfina otra vez. Aunque no sé por qué.

Irracional

Atracción.


Hay una fuerza que no pudimos vencer. Fuerza que me atrajo. Esa fuerza que también te atrajo a vos... esa que te empujó hasta mí de nuevo, mientras pataleabas caprichosamente, con los brazos cruzados, por no volver. Esa que nos devuelve. Esa que no supimos vencer.

Una fuerza que inevitablemente nos volvió a juntar. Fuerza, contra la cual peleamos, intentando desvanecer, inútilmente. Una fuerza que, tomada una decisión, se nos burló en la cara. Fuerza que nos pudo, fuerza que nos quiso de nuevo juntos. Hay una fuerza, sí, que no pudimos vencer.



Contradicción.

Cuando no hubo manera de explicar; cuando faltaron los “porqué”; cuando sabiendo que no, fuimos por el sí; cuando conociendo el dolor, nos dejamos tentar; cuando sabíamos que el problema raíz seguía intacto; cuando no habiendo solución alguna, y sin embargo volvimos, fue porque hay una fuerza, que no pudimos vencer.

Fuerza que conocí con vos, fuerza de la que era escéptico, fuerza de la que me reía, fuerza que menospreciaba. Hay una fuerza, que no pudimos vencer.



Racionalidad.

Somos racionales. ¿Somos racionales? ¿Hasta cuándo? Hasta que dejamos de pensar, de calcular, de obedecer a nuestros instintos. Hasta que aparece esa fuerza, que nos lleva, que nos convence de dejarnos llevar, que le permitimos contradecirnos. Fuerza, que no pudimos vencer.

Hay una fuerza, que te empuja, que aunque te quedes parado, duro, inmóvil, te arrastra. Hay una fuerza que pudo más, que no escuchó nuestros reclamos de incompatibilidad, que hizo caso omiso a los reiterados temas que nos separaban, que siempre fueron los mismos; hay una fuerza que no entiende de desamores, de desconfianzas, de desalientos, de falta de proyectos... Fuerza, que no pudimos vencer.



Reincidencia ¿por qué?

Caímos de nuevo en lo mismo, sabiendo que iba a ser lo mismo. Ni vos ni yo quisimos volver. Ni vos ni yo creímos que íbamos a poder. Ni vos ni yo pensamos soluciones. Ni vos, ni yo, intentamos reconquistarnos. Julieta se equivoca, no soy para ti, y no eres para mi. Pero volvimos. Y es que hay una fuerza, que no pudimos vencer.

Me cansé de escucharte decir que nos mentíamos a nosotros mismos. No. No nos mentíamos. Es que hubo amor, mucho amor... fuerza, a la cual, no pudimos vencer.






 

FELIZ CUMPLE GUS!

Suspiraban lo mismo los dos



y hoy son parte de una lluvia lejos

no te confundas no sirve el rencor

son espasmos después del adiós



Ponés canciones tristes para sentirte mejor


tu esencia es más visible,

Del mismo dolor

vendrá un nuevo amanecer.

uuuuh



Tal vez colmaban la necesidad

pero hay vacíos que no pueden llenar


no conocían la profundidad

hasta que un día no dio para más



Quedabas esperando ecos que no volverán

flotando entre rechazos

del mismo dolor

vendrá un nuevo amanecer.


uuuuh



Separarse de la especie


por algo superior


no es soberbia es amor

no es soberbia es amor



Poder decir adiós

es crecer

...
 
Y sin embargo, te quiero.-

A mi sí que me gustan tus piernas mecerse
como si fueran olas
por lo que se ve
me gustó tu mar y tu canoa...


ando ganas de encontrarte

ando lejos... más, no me da.

ando ganas...

ctrl+alt+supr

Me separé de la mujer con la que no me junté.
Prometí lo que sabía que nunca iba a aceptar.
Me sumergí en la profundidad del amor, pero con esnórquel.
Me guardé todos los perdones en el bolsillo. Pero bien guardados.
Amé y acobijé al hijo que no tuve, pero que quise.
Arreglé cosas en la casa que nunca fue mía.
Aunque tenía llave, nunca quise dejar de tocar timbre.
Al no encontrar el botón cancelar, me dediqué sólo a aceptar.
No me animé. Pude, y no lo hice. Entre excusas, prolongué aquello que deseabamos.
Hoy me cuesta... Por amor? Por costumbre? No sé.

Esas motos que van a mil, sólo el viento te harán sentir... nada más... nada más...

Tristeza de no compartir

Tristeza de no haber podido

Tristeza de tanta esperanza hecha trizas

Tristeza de emociones que no voy a volver a sentir

Tristeza de saber que se puede, y no lo creas

Tristeza de querer dar todo por vos, pero que ya no lo aceptes

Tristeza de que sea muy poquito lo que te falte, para que podamos. Y es tan poquito, que se hace fundamental

Tristeza por los chicos, que como nosotros, seguro también imaginaron un grupo, los 4!.

Tristeza por Lu, que se sentía tan unido, que en su inocencia clamó ¡tenemos auto!

Tristeza por Faus...tino Soto Romanos.

Tristeza personal, por fracasar cuando di todo, absolutamente todo.

Tristeza por el viaje que me quedo con ganas de hacer.

Tristeza por haberte escuchado hace días, llamarme "mi marido", y hasta te brillaban los ojos. Actitudes con las que te sonreís.

Tristeza, porque esas actitudes, pueden estar permanentemente, porque podemos sostener esa sonrisa tuya, sin que se caiga.

Tristeza, porque a pesar de mis esfuerzos, siento que no estás preparada para todo esto conmigo.

Tristeza de sentir que algo me falta también a mi, para poder ser tu hombre. Los dos sabemos que es, pero sé que no te animás a decírmelo.

Tristeza, mucha tristeza, porque eso que me falta, no hace al amor. Amor me sobró, y me vaciaste de lleno, porque así lo elegí.

Sé que no te puedo prometer el futuro con que soñás... Ni siquiera tengo planeado el mío. Pero sabelo, el que te ofrecía, era mucho mejor que el de tus mejores sueños.

Si pudieras olvidar tu mente frente a mi, sé que tu corazón, diría que sí.



Que pena que no pudiste ser, aquello que por momentos soñabas con formar.


Me convenzo que lo querías; que lo anhelabas; que te sonreías al verlo, por momentos.

Que lástima que no pudiste mantenerlo, por una cuota de irresponsabilidad, otra de inseguridad, otra de inmadurez en la pareja. Yo también lo soñé, lo anhelé, y lo disfruté.

Aunque disfrazado, fue lindo quererte.

Gracias amor. Gracias por tantas cosas lindas. Gracias por los aprendizajes mutuos. Gracias por las caricias necesarias. Gracias por los besos tan tiernos. Gracias por las comidas ricas! Gracias por la onda que intentaste ponerle, aunque te hayas mentido a vos misma para intentarlo. Ambos nos engañamos, caímos, y al intentar levantarnos, sabiendo que era imposible, intentamos un último tirón. Gracias por los intentos, aunque fueron equívocos, no dejo de valorarlos. Lo mejor para vos. Que seas feliz, que encuentres al hombre que no pude ser, que la vida te llene, te colme, de amor, de cosas lindas. Que la disfrutes! Que te disfrutes!

Y ésto hizo falta para darme cuenta que puedo. Y esta vez, puedo de verdad. Esta vez, me comprometo con el corazón, a que no te falte nada, corazón. Sólo dejame, no probar, sino actuar!

Match Point

Verdades que aparecen y hacen replantear juicios.
Él hace de juez. Ella se pasa del banquillo al jurado; no sabe dónde queda mejor.
Ahora, él acepta las lágrimas de la que quiere que ella sea, sabiendo que no lo es. Ella pinta cuadros. Él observa. Ella los presenta. Él le compra, pero todavía no los paga.





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Game Over

Ella juega a que lo ama. Él acepta su ficción. Los dos saben que el juego terminó.
Otra vez, él se deja acariciar por una de todas las que ella siempre quiso ser, aunque nunca lo haya sido.





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El Juego del Miedo

Cuánta razón tiene ella cuando le dice que sería una pena. Él también sabe que lo será.

Cada uno tiene su propio reglamento. Ambos desconocen las reglas del otro; ni siquiera leyeron las propias.

Ella juega a escondidas; él, a ciegas. 

Ella cree en todo; él, de todo.

Ella no confía en sí misma; él tampoco.

Cuando las cosas se aprueban a libro cerrado, lo que también queda cerrado, es el caso. La discusión diaria debe reemplazarse por una única, que aclare, que decida, que persista. Pero antes, hay que tener ganas de ganar.

Ella es la única que lo acaricia; él, se deja acariciar por todas las que ella es.

  

Hoy me encontré caminando mas lento, y escribiendo sin abreviar...


















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Rojo, ¿pasión?