sábado, 13 de marzo de 2010

Que fea es la verdad después de la duda.
Que feo enterarse lo que uno no imaginaba.
Que feo confirmar sospechas.
Que feo darse cuenta de tanto, en tan poco tiempo.
Que vergüenza que, eso de lo que me entero, hecha por tierra todas mis dudas.
Que vergüenza haber armado un circo donde no existía.
Que vergüenza que me demuestres, sin querer, que estaba equivocado.
Que vergüenza retractarme de tantos pensamientos inconclusos, e incómodos.
Que placer poder empezar a disfrutarte, de nuevo.
Que placer pensar sólo en que nos amamos.
Que placer sentirte más mía que nunca; y yo, más tuyo que jamás.
Que placer relajarme, para vivirte.
Creo que no me alcanza el perdón de los perdones.
Creo que nos sobran los motivos.
Creo que nunca estuve tan, pero tan seguro de mí.
Creo que nunca estuve tan, pero tan seguro... de vos, DE NOSOTROS!

Si de algo también me arrepiento, es de los textos que anteceden a este. Son dignos de supresión, me avergüenzan, y me humillan. Pero reconozco que me equivoqué, y como aprendizaje para mí mismo, quedan plasmados acá, para leerlos y releerlos, y recordarme cada tanto, que también me equivoco, que también soy persona, que también puedo aprender de mi mismo. Serán, de aquí en adelante, mi escuela del amor, para poder comprender que tengo que dejarme llevar más por el corazón, que por la cabeza.

Te amo mi amor. Si supieras de todo esto, sería todo más fácil.

jueves, 11 de marzo de 2010

Ese fantasma que va y viene,




ayer, no era transparente.

martes, 9 de marzo de 2010

Desconfío

Me molestan cosas que no me deberían molestar.
Me resigno a cosas que me gustaron de vos.
Me encapricho en quererte.
Me presiona el miedo de arrepentirme.
Me siento incómodo con lo que fuiste.
Me siento cómodo con lo que sos.
Me tengo confianza en seguir queriéndote.
Me paraliza que así sea.
Me enorgullezco de tenerte conmigo, pero a la vez, me siento un muñeco más.

Te imagino viejita, haciéndome un té, y yo, con años de terapia en mi haber, para soportar tu pasado.

Hoy, te quiero. Mañana, me voy a animar.


domingo, 7 de marzo de 2010

Brillan mis ventanas

Brillan mis cuadros

Brillan mis muebles

Brilla mi ordenador

Brilla mi cocina

Brilla mi baño

Brilla mi hall

Brilla mi pasillo

Brilla mi comedor

Brilla mi pieza

Brilla mi lavadero

Brilla mi televisor

Brilla mi mesita de luz

Brilla en ella mi radio reloj



Mientras, mi felicidad también brilla... por su ausencia.

jueves, 4 de marzo de 2010

Cada vez que te siento,

me laten tantas cosas por dentro,

y por más que lo intento,

no las puedo identificar.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Ciclos

Voy a buscar lo que tanto quiero.
Vuelvo sin ello.
Voy a verte siempre.
Vuelvo con tu ausencia.
Voy al encuentro de la flecidad.
Vuelvo antes de llegar.
Voy por un camino verde.
Vuelvo por uno de cenizas.
Voy con la frente en alto.
Vuelvo con la cabeza gacha.
Voy a toda velocidad!
Vuelvo pateando piedritas, y con las manos en los bolsillos.
Voy pensando en un objetivo.
Vuelvo acusándome de utópico.
Voy pensando nuevamente en el mismo objetivo.
Vuelvo por lo menos con la duda de poder lograrlo.

Siempre voy entero, y vuelvo a pedazos. Pero la última vez... la última vez fui a vos con los peores de los sentimientos, las más grandes de las tristezas, de las preocupaciones, de las dudas y de las certezas. Y volví, amor... volví con lo que tanto quiero, te vi, me hiciste feliz, volví por un camino verde, con la frente en alto, bien alto, a toda velocidad, con nuevas metas para nosotros, y sin ninguna duda!



martes, 2 de marzo de 2010

Busco y no encuentro eso que espero. Eso que justifique mi distancia. ¿A caso quiero justificar lo injustificable? Si, estoy distanciado. Algo no me cierra. Y lo busco por todas partes para convencerme a mi mismo que estoy haciendo bien, que le sobran méritos a ésta distancia. Pero cada vez llego al lugar donde lo puedo encontrar, no está. O es más rápido que yo, y se esconde muy bien, o sólo es una paranoica campaña de destrucción de mi mismo, de la cual no me hago cargo. Te hecho las culpas a vos, pero sin decírtelo. Te hago cargo de mis sentimientos, pero no lo sabés. Y mientras, sigo profanándote, para encontrar eso que me diga que sí, que me aleje, y que está bien haberme alejado ya hace un tiempo. Pero no te lo digo, eso sí. Sigo esperando el momento, para enfrentarte con los papeles en la mano, y mostrarte que sos quien yo pienso que sos. Y acá estoy, siento que tengo algo que decirte, y me quiero animar.